ANATOMÍA
La
anatomía de las aves, incluyendo su fisiología, muestra muchas adaptaciones
únicas encaminadas, la mayoría, para la obtención de la capacidad de volar. Las
aves han evolucionado hasta poseer un sistema esquelético y muscular ligero y
potente que, junto con los sistemas circulatorio y respiratorio, les hace
capaces de desarrollar una oxigenación y actividad metabólica muy altas, y con
ello conseguir la suficiente energía para conquistar el medio aéreo. El
desarrollo del pico ha condicionado la evolución de un sistema digestivo
especialmente adaptado. Estas especializaciones anatómicas han sido la causa de
que a las aves hasta recientemente se
les asignara en la clasificación taxonómica a una clase propia en el Filo de
los cordados.
Los
pulmones de las aves obtienen aire fresco tanto en la inhalación como en la
exhalación. El aire fluye de derecha (posterior) a izquierda (anterior) a
través de los pulmones tanto durante la inhalación como la exhalación, clave
para el sistema respiratorio.
A
causa de la alta tasa metabólica requerida para el vuelo, las aves tienen una
alta demanda de oxígeno. El desarrollo de un sistema respiratorio eficiente
permitió la evolución del vuelo en las aves. Las aves ventilan sus pulmones por
medio de sacos aéreos, estructuras que sólo tienen las aves (y por lo tanto
quizá también los dinosaurios). Estos sacos no juegan un papel en el
intercambio de gases, pero almacenan aire y actúan como fuelles, permitiendo a
los pulmones mantener un volumen fijo de aire fresco constantemente fluyendo en
su interior.
Tres
juegos distintos de órganos realizan la respiración —Los sacos aéreos
anteriores (interclavicular, cervical, y torácicos anteriores), los pulmones, y
los sacos aéreos posteriores (torácicos posteriores, y abdominales). Los sacos
aéreos posteriores y anteriores, típicamente nueve, se expanden durante la
inhalación. El aire entra al ave, recorre la tráquea, la mitad del aire
inhalado entra a los sacos aéreos posteriores, la otra mitad pasa por los
pulmones y a los sacos aéreos anteriores. Los sacos aéreos se contraen durante
la exhalación. El aire de los sacos aéreos anteriores se vacía directamente en
la tráquea y es expulsado por la boca o las fosas nasales. Los sacos aéreos
posteriores se vacían en los pulmones. El aire que pasa por los pulmones cuando
el ave exhala es expulsado por la tráquea. Debido a que el aire fresco fluye a
través de los pulmones en una sola dirección, no existe mezcla del aire rico en
oxígeno y el aire pobre en oxígeno y rico en dióxido de carbono, como ocurre en
los pulmones de mamíferos. Por lo tanto la presión parcial de oxígeno en los
pulmones de un ave es la misma que la del ambiente, y así las aves tienen un
intercambio de gases más eficiente, tanto de oxígeno como de dióxido de
carbono, que el que ocurre en los mamíferos.
Los
pulmones de las aves no tienen alveolos, como los pulmones de mamíferos, pero
en su lugar contienen millones de pequeños pasajes conocidos como para
bronquios. El aire fluye por las paredes con forma de panal de abejas de los para
bronquios hacia vesículas llamadas atrios, las cuales se proyectan radialmente
desde los para bronquios. Estos atrios dan lugar a capilares aéreos, donde el
oxígeno y el dióxido de carbono migran por difusión desde y hacia la sangre que
fluye a través de los capilares sanguíneos. Las aves también carecen de
diafragma. Toda la cavidad del cuerpo actúa como un fuelle para mover el aire a
través de los pulmones. La fase activa de la respiración en las aves es la
exhalación, la que requiere la contracción muscular. La siringe es el órgano
vocal productor de sonido en las aves, localizado en la base de la tráquea,
como es la laringe de los mamíferos. El sonido es producido por la vibración
del aire que fluye a través del órgano. La siringe permite a algunas especies
de aves producir vocalizaciones extremadamente complejas, incluso imitar el
habla humana. En algunas aves canoras, la siringe puede producir más de un
sonido al mismo tiempo.
SISTEMA CIRCULATORIO
Las
aves tienen un corazón de cuatro cámaras, lo que es común a los humanos, la
mayoría de los mamíferos, y algunos reptiles (los cocodrilos). Esta adaptación
permite el transporte eficiente de nutrientes y oxígeno a través del cuerpo,
proporcionando a las aves la energía para volar y mantener altos niveles de
actividad. Un corazón de Colibrí Gorgirrubí late hasta 1200 veces por minuto
(cerca de 20 latidos por segundo).
En
la circulación no se mezclan la sangre arterial, que parte del corazón, y la
venosa, que vuelve a él procedente de los tejidos. Tienen dos circuitos
sanguíneos, uno pulmonar y otro que riega el resto del cuerpo.
SISTEMA DIGESTIVO
Muchas
aves poseen una bolsa muscular a lo largo del esófago llamada buche o ingluvis.
El buche funciona para ablandar el alimento y para regular su flujo a través
del sistema almacenándolo temporalmente. El tamaño y la forma del buche es
bastante variable entre las aves. Los miembros del orden Columbiformes, de las
palomas, producen una leche de buche nutritiva con la que alimentan las crías
por regurgitación. Las aves poseen un ventrículo o molleja, compuesta de cuatro
bandas musculares que rotan y trituran el alimento desplazándolo de un área a
otra dentro de la molleja. La molleja de algunas aves contiene pequeñas piezas
de arena y piedra tragadas por el ave para ayudar en el proceso de trituración
de la digestión, sirviendo en la función de los dientes en mamíferos y
reptiles. El uso de piedras en la molleja es una similitud entre aves y
dinosaurios, los cuales dejaron piedras de molleja llamadas gastrolitos como
traza fósil.
ALIMENTACIÓN:
Con
relación a su peso, el apetito de las aves es considerable, diariamente
ingieren una cantidad de alimento equivalente a una cuarta parte de su peso
total. Los regímenes alimenticios son
especializados. Solo la familia de los córvidos. (Cuervos, chovas, cornejas,
urracas, grajos) es auténticamente omnívora. Las otras especies eligen su
alimento: hierbas y plantas herbívoras.
COMPORTAMIENTO AL BEBER.
Hay
cuatro formas generales por las cuales las aves beben. La mayoría de las aves
no son capaces de tragar por acción de succión o bombeo de perístasis en sus
esófagos (como hacen los humanos), y beben levantando repetitivamente la cabeza
después de llenar su boca para permitir que el líquido fluya por gravedad, un
método descrito como de "a sorbos” La excepción notable son las
Columbiformes.
Uno
reconoce el orden por una sola característica conductual, tal es que al beber
el agua es bombeada arriba por perístasis del esófago lo que ocurre sin
excepción dentro del orden. El único otro grupo, sin embargo, que muestra la
misma conducta, las Pteroclididae, es ubicada junto a las palomas justo por
esta característica indudablemente muy antigua.
Aunque
esta regla general todavía se mantiene, desde entonces, se han hecho
observaciones en ambas direcciones. Otras aves, como los nectarívoros como las
suimangas (Nectariniidae) y colibríes (Trochilidae), beben usando una lengua
protráctil acanalada y los loros (Psittacidae) lamen hacia arriba el agua.
Muchas aves marinas tienen glándulas cerca de los ojos que les permiten beber
agua marina. El exceso de sal es eliminado desde los nostriles. Muchas aves de
los desiertos obtienen el agua que necesitan completamente de sus alimentos. La
eliminación de los desechos nitrogenados en forma de ácido úrico (uricotelismo)
reduce la demanda fisiológica de agua.
APARATO
GENITAL
Disecando
una paloma, puede observarse fácilmente la anatomía del aparato genital en los
machos y en las hembras. El aparato masculino comprende dos pequeños testículos
blanquecinos situados cerca de los riñones. De cada testículo parte un canal
enroscado, el canal deferente por el que pasan los espermatozoides. Este canal
presenta una ligera hinchazón en su extremo (vesícula seminal) antes de
desembocar en la cloaca (orificio genital masculino). En la hembra se comprueba
la existencia de un solo ovario (el izquierdo). Este ovario de aspectos muy
granuloso expulsa sus huevos dentro de un “embudo”, el pabellón, prolongado por
el oviducto (Canal que lleva los huevos a la cloaca). En este oviducto es donde
el huevo reducido al principio al germen envuelto con un poco de vitelo, se
cubrirá de albumina y quedará encerrado dentro de una cáscara calcárea: la
clara de huevo y la cáscara son secretadas por las paredes del oviducto.
La
expulsión del huevo (puesta) tiene lugar a través del orificio genital femenino
en la cloaca (como solo hay un ovario, no existe más que un orificio genital
femenino, mientras que, como hemos visto, hay dos orificios genitales
masculinos).
La
existencia de un solo ovario en las hembras se explica por medio de la
embriología.
SISTEMA NERVIOSO Y ÓRGANOS DE LOS
SENTIDOS:
El órgano de los sentidos:
Vista: Es el sentido más
desarrollados de las aves que poseen todas ojos perfeccionados que presentan
dos particularidades: un pequeño anillo óseo situado dentro de la esclerótica y
una membrana de forma diversa, situada dentro del humor vítreo, el peine, cuyas
funciones son desconocidas. En algunas aves se observa una segunda fóvea (zona
de la retina donde la agudeza visual alcanza su máximo), (rapaces diurnas,
golondrinas, loros), situada a los lados de la retina y que permite una visión
lateral tan aguda como la visión de “frente”.
Audición: El
oído de las aves es casi idéntico al de los mamíferos. La gama de sonidos
perceptibles varía según las especies: Las aves no oyen los sonidos muy graves
(frecuencias inferiores a cuarenta vibraciones/segundo), pero su sensibilidad
para los agudos es superior a la del hombre y algunas aves perciben
incluso ultrasonidos (autillo: 14 mil
vibraciones/segundo; pinzones 29 mil vibraciones /segundo). Las rapaces
nocturnas son además sensibles a sonidos de intensidad muy débil.
Olfato: Sentido
casi inexistente en las aves que se sirven únicamente de la vista, para
localizar su alimento. Sin embargo, algunas especies muy raras exhiben un
comportamiento olfativo como el kiwi (Ápteryx) que parece que busca sus presas
olfateando el suelo.
COMPORTAMIENTO
SOCIAL DE LAS AVES:
¿Qué es
un comportamiento social?: Conocemos
ya las aves que sólo viven en grupos, ocupan funciones perfectamente
determinadas. Las abejas, los termes y las hormigas son insectos sociables, en
el aspecto que la división del trabajo es acusada en extremo en la colmena o
en el termitero: obreras, reinas y machos reproductores ocupan un lugar bien
definido en la escala social del grupo. Nada de esto existe en el caso de las
aves que no poseen, desde su nacimiento,
tendencias sociales caracterizadas. Sin embargo, podemos hablar de cierta vida
social en esta clase de vertebrados en un triple sentido:
-La conducta sexual y reproductora es indiscutiblemente
socializada en la medida en que las paradas, las competencias, la nidificación,
etc.; no son hechos individuales.
- Las migraciones son un fenómeno de grupo.
- La vida en sociedad con una jerarquía entre los machos
y las hembras pero su división fundamental del trabajo, existe en los cuervos,
las gallináceas, los loros etc.
La vida
sexual, motor de la vida social:
Ya hemos descrito el comportamiento de las aves. Sin duda
es pecar de exceso de sistematización el ver en él una reacción hormonal
radicalmente separada de todo otro factor social. Podemos atribuir en efecto a
las paradas y a los combates sexuales un carácter puramente individual
provocado por un estímulo hormonal y no por la vida en grupo.
Amos y
esclavos: Cuando las aves tienen costumbre de vivir en grupo
(artificial o naturalmente: un gallinero es una sociedad en parte artificial),
se establece en el grupo una jerarquía fundada en la ley del más fuerte; o,
para decirlo con más exactitud, en la ley del más agresivo. Observamos un grupo
de palomos y palomas. Si hay varios machos se provocaran, combatirán a picotazos
y se instaurara una jerarquía del picotazo, cuya consecuencia será que el
número 1 del grupo de palomos) tendrá derecho a comer más y a disponer de las
palomas a su antojo, mientras que los palomos dominados tendrán que contentarse
con la sobras del dominador y, la mayor parte de veces, no tendrán derecho al
apareamiento. Lo mismo sucede con las hembras. La más agresiva, dominada por
los otros machos, domina a su vez a las palomas del grupo palomero. Esta hembra
resiste más que las otras las acometidas sexuales de los machos por el hecho de
su potencial agresivo.
En
el embrión de la futura hembra existen
dos ovarios uno a la derecha y otro a la
izquierda; el ovario derecho es, en realidad, un testículo que no llega a
desarrollarse. Pero si se practica la ablación del ovario izquierdo (es decir
del ovario destinado a funcionar como
tal), se comprueba que en algunas especies, el sesudo ovario derecho se
desarrolla y se convierte en un testículos con su canal deferente que desemboca
en la cloaca.
EXCRECIÓN Y GLÁNDULAS ENDOCRINAS
EL APARATO EXCRETOR:
Comprende
como en todos los vertebrados un par de riñones alargados de los que uréteres
que conducen la orina a la cloaca (no existe vejiga). La orina está compuesta
en gran parte por ácido úrico (87% en la gallina). Al ser esta sustancia
insoluble en agua, puede existir re absorción del agua por los riñones y la
orina excretada mezclada con los excrementos de la cloaca forma una sustancia
blancuzca: el guano.
GLÁNDULAS ENDOCRINAS:
Son las mismas que en todos los vertebrados
superiores: epífisis, hipófisis, tiroides y para tiroides, suprarrenales,
glándulas sexuales y páncreas.
LA MAQUINA VOLADORA
El
motor de las aves está constituido por la musculatura de sus alas que, en las
que son grandes voladoras representan el 20% del peso total (comprendida las
plumas). El consumo se mide por la magnitud de las transformaciones químicas,
fisiológicas y energéticas en el interior del organismo. En este aspecto, la
medida del índice de glucosa (azúcar) en la sangre, constituye un dato
revelador. Cuando un músculo trabaja, al contraerse por ejemplo, la materia
orgánica que lo constituye sufre una degradación, igual que la gasolina se consume en un motor
de explosión.
A
esto se añaden varias adaptaciones de tipo anatómico. La forma del cuerpo
(aéreo dinamismo), la existencia debajo de la piel de sacos aéreos que aligeran
el peso específico del animal de la posición de las patas que permiten
agarrarse a las ramas y apoyos elevados, son otras tantas características que permiten
un ser más pesado que el aire moverse y elevarse a altitudes y velocidades a veces
considerables.
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