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sábado, 3 de mayo de 2014

ANATOMIA DEL AVE


ANATOMÍA
La anatomía de las aves, incluyendo su fisiología, muestra muchas adaptaciones únicas encaminadas, la mayoría, para la obtención de la capacidad de volar. Las aves han evolucionado hasta poseer un sistema esquelético y muscular ligero y potente que, junto con los sistemas circulatorio y respiratorio, les hace capaces de desarrollar una oxigenación y actividad metabólica muy altas, y con ello conseguir la suficiente energía para conquistar el medio aéreo. El desarrollo del pico ha condicionado la evolución de un sistema digestivo especialmente adaptado. Estas especializaciones anatómicas han sido la causa de que a las aves hasta  recientemente se les asignara en la clasificación taxonómica a una clase propia en el Filo de los cordados.

Los pulmones de las aves obtienen aire fresco tanto en la inhalación como en la exhalación. El aire fluye de derecha (posterior) a izquierda (anterior) a través de los pulmones tanto durante la inhalación como la exhalación, clave para el sistema respiratorio.

A causa de la alta tasa metabólica requerida para el vuelo, las aves tienen una alta demanda de oxígeno. El desarrollo de un sistema respiratorio eficiente permitió la evolución del vuelo en las aves. Las aves ventilan sus pulmones por medio de sacos aéreos, estructuras que sólo tienen las aves (y por lo tanto quizá también los dinosaurios). Estos sacos no juegan un papel en el intercambio de gases, pero almacenan aire y actúan como fuelles, permitiendo a los pulmones mantener un volumen fijo de aire fresco constantemente fluyendo en su interior.
Tres juegos distintos de órganos realizan la respiración —Los sacos aéreos anteriores (interclavicular, cervical, y torácicos anteriores), los pulmones, y los sacos aéreos posteriores (torácicos posteriores, y abdominales). Los sacos aéreos posteriores y anteriores, típicamente nueve, se expanden durante la inhalación. El aire entra al ave, recorre la tráquea, la mitad del aire inhalado entra a los sacos aéreos posteriores, la otra mitad pasa por los pulmones y a los sacos aéreos anteriores. Los sacos aéreos se contraen durante la exhalación. El aire de los sacos aéreos anteriores se vacía directamente en la tráquea y es expulsado por la boca o las fosas nasales. Los sacos aéreos posteriores se vacían en los pulmones. El aire que pasa por los pulmones cuando el ave exhala es expulsado por la tráquea. Debido a que el aire fresco fluye a través de los pulmones en una sola dirección, no existe mezcla del aire rico en oxígeno y el aire pobre en oxígeno y rico en dióxido de carbono, como ocurre en los pulmones de mamíferos. Por lo tanto la presión parcial de oxígeno en los pulmones de un ave es la misma que la del ambiente, y así las aves tienen un intercambio de gases más eficiente, tanto de oxígeno como de dióxido de carbono, que el que ocurre en los mamíferos.
Los pulmones de las aves no tienen alveolos, como los pulmones de mamíferos, pero en su lugar contienen millones de pequeños pasajes conocidos como para bronquios. El aire fluye por las paredes con forma de panal de abejas de los para bronquios hacia vesículas llamadas atrios, las cuales se proyectan radialmente desde los para bronquios. Estos atrios dan lugar a capilares aéreos, donde el oxígeno y el dióxido de carbono migran por difusión desde y hacia la sangre que fluye a través de los capilares sanguíneos. Las aves también carecen de diafragma. Toda la cavidad del cuerpo actúa como un fuelle para mover el aire a través de los pulmones. La fase activa de la respiración en las aves es la exhalación, la que requiere la contracción muscular. La siringe es el órgano vocal productor de sonido en las aves, localizado en la base de la tráquea, como es la laringe de los mamíferos. El sonido es producido por la vibración del aire que fluye a través del órgano. La siringe permite a algunas especies de aves producir vocalizaciones extremadamente complejas, incluso imitar el habla humana. En algunas aves canoras, la siringe puede producir más de un sonido al mismo tiempo.
SISTEMA CIRCULATORIO
Las aves tienen un corazón de cuatro cámaras, lo que es común a los humanos, la mayoría de los mamíferos, y algunos reptiles (los cocodrilos). Esta adaptación permite el transporte eficiente de nutrientes y oxígeno a través del cuerpo, proporcionando a las aves la energía para volar y mantener altos niveles de actividad. Un corazón de Colibrí Gorgirrubí late hasta 1200 veces por minuto (cerca de 20 latidos por segundo).
En la circulación no se mezclan la sangre arterial, que parte del corazón, y la venosa, que vuelve a él procedente de los tejidos. Tienen dos circuitos sanguíneos, uno pulmonar y otro que riega el resto del cuerpo.

SISTEMA DIGESTIVO
Muchas aves poseen una bolsa muscular a lo largo del esófago llamada buche o ingluvis. El buche funciona para ablandar el alimento y para regular su flujo a través del sistema almacenándolo temporalmente. El tamaño y la forma del buche es bastante variable entre las aves. Los miembros del orden Columbiformes, de las palomas, producen una leche de buche nutritiva con la que alimentan las crías por regurgitación. Las aves poseen un ventrículo o molleja, compuesta de cuatro bandas musculares que rotan y trituran el alimento desplazándolo de un área a otra dentro de la molleja. La molleja de algunas aves contiene pequeñas piezas de arena y piedra tragadas por el ave para ayudar en el proceso de trituración de la digestión, sirviendo en la función de los dientes en mamíferos y reptiles. El uso de piedras en la molleja es una similitud entre aves y dinosaurios, los cuales dejaron piedras de molleja llamadas gastrolitos como traza fósil.
ALIMENTACIÓN:
Con relación a su peso, el apetito de las aves es considerable, diariamente ingieren una cantidad de alimento equivalente a una cuarta parte de su peso total. Los regímenes alimenticios  son especializados. Solo la familia de los córvidos. (Cuervos, chovas, cornejas, urracas, grajos) es auténticamente omnívora. Las otras especies eligen su alimento: hierbas y plantas herbívoras.
COMPORTAMIENTO AL BEBER.
Hay cuatro formas generales por las cuales las aves beben. La mayoría de las aves no son capaces de tragar por acción de succión o bombeo de perístasis en sus esófagos (como hacen los humanos), y beben levantando repetitivamente la cabeza después de llenar su boca para permitir que el líquido fluya por gravedad, un método descrito como de "a sorbos” La excepción notable son las Columbiformes.
Uno reconoce el orden por una sola característica conductual, tal es que al beber el agua es bombeada arriba por perístasis del esófago lo que ocurre sin excepción dentro del orden. El único otro grupo, sin embargo, que muestra la misma conducta, las Pteroclididae, es ubicada junto a las palomas justo por esta característica indudablemente muy antigua.
Aunque esta regla general todavía se mantiene, desde entonces, se han hecho observaciones en ambas direcciones. Otras aves, como los nectarívoros como las suimangas (Nectariniidae) y colibríes (Trochilidae), beben usando una lengua protráctil acanalada y los loros (Psittacidae) lamen hacia arriba el agua. Muchas aves marinas tienen glándulas cerca de los ojos que les permiten beber agua marina. El exceso de sal es eliminado desde los nostriles. Muchas aves de los desiertos obtienen el agua que necesitan completamente de sus alimentos. La eliminación de los desechos nitrogenados en forma de ácido úrico (uricotelismo) reduce la demanda fisiológica de agua.
APARATO GENITAL
Disecando una paloma, puede observarse fácilmente la anatomía del aparato genital en los machos y en las hembras. El aparato masculino comprende dos pequeños testículos blanquecinos situados cerca de los riñones. De cada testículo parte un canal enroscado, el canal deferente por el que pasan los espermatozoides. Este canal presenta una ligera hinchazón en su extremo (vesícula seminal) antes de desembocar en la cloaca (orificio genital masculino). En la hembra se comprueba la existencia de un solo ovario (el izquierdo). Este ovario de aspectos muy granuloso expulsa sus huevos dentro de un “embudo”, el pabellón, prolongado por el oviducto (Canal que lleva los huevos a la cloaca). En este oviducto es donde el huevo reducido al principio al germen envuelto con un poco de vitelo, se cubrirá de albumina y quedará encerrado dentro de una cáscara calcárea: la clara de huevo y la cáscara son secretadas por las paredes del oviducto.
La expulsión del huevo (puesta) tiene lugar a través del orificio genital femenino en la cloaca (como solo hay un ovario, no existe más que un orificio genital femenino, mientras que, como hemos visto, hay dos orificios genitales masculinos).
La existencia de un solo ovario en las hembras se explica por medio de la embriología.
           
SISTEMA NERVIOSO Y ÓRGANOS DE LOS SENTIDOS:
El órgano de los sentidos:
Vista: Es el sentido más desarrollados de las aves que poseen todas ojos perfeccionados que presentan dos particularidades: un pequeño anillo óseo situado dentro de la esclerótica y una membrana de forma diversa, situada dentro del humor vítreo, el peine, cuyas funciones son desconocidas. En algunas aves se observa una segunda fóvea (zona de la retina donde la agudeza visual alcanza su máximo), (rapaces diurnas, golondrinas, loros), situada a los lados de la retina y que permite una visión lateral tan aguda como la visión de “frente”.
Audición: El oído de las aves es casi idéntico al de los mamíferos. La gama de sonidos perceptibles varía según las especies: Las aves no oyen los sonidos muy graves (frecuencias inferiores a cuarenta vibraciones/segundo), pero su sensibilidad para los agudos es superior a la del hombre y algunas aves perciben incluso  ultrasonidos (autillo: 14 mil vibraciones/segundo; pinzones 29 mil vibraciones /segundo). Las rapaces nocturnas son además sensibles a sonidos de intensidad muy débil.
Olfato: Sentido casi inexistente en las aves que se sirven únicamente de la vista, para localizar su alimento. Sin embargo, algunas especies muy raras exhiben un comportamiento olfativo como el kiwi (Ápteryx) que parece que busca sus presas olfateando el suelo.
COMPORTAMIENTO SOCIAL DE LAS AVES:
¿Qué es un comportamiento social?: Conocemos ya las aves que sólo viven en grupos, ocupan funciones perfectamente determinadas. Las abejas, los termes y las hormigas son insectos sociables, en el aspecto que la división del trabajo es acusada en extremo en la colmena o en el termitero: obreras, reinas y machos reproductores ocupan un lugar bien definido en la escala social del grupo. Nada de esto existe en el caso de las aves  que no poseen, desde su nacimiento, tendencias sociales caracterizadas. Sin embargo, podemos hablar de cierta vida social en esta clase de vertebrados en un triple sentido:
-La conducta sexual y reproductora es indiscutiblemente socializada en la medida en que las paradas, las competencias, la nidificación, etc.; no son hechos individuales.
- Las migraciones son un fenómeno de grupo.
- La vida en sociedad con una jerarquía entre los machos y las hembras pero su división fundamental del trabajo, existe en los cuervos, las gallináceas, los loros etc.
La vida sexual, motor de la vida social:
Ya hemos descrito el comportamiento de las aves. Sin duda es pecar de exceso de sistematización el ver en él una reacción hormonal radicalmente separada de todo otro factor social. Podemos atribuir en efecto a las paradas y a los combates sexuales un carácter puramente individual provocado por un estímulo hormonal y no por la vida en grupo.
Amos y esclavos: Cuando las aves  tienen costumbre de vivir en grupo (artificial o naturalmente: un gallinero es una sociedad en parte artificial), se establece en el grupo una jerarquía fundada en la ley del más fuerte; o, para decirlo con más exactitud, en la ley del más agresivo. Observamos un grupo de palomos y palomas. Si hay varios machos se provocaran, combatirán a picotazos y se instaurara una jerarquía del picotazo, cuya consecuencia será que el número 1 del grupo de palomos) tendrá derecho a comer más y a disponer de las palomas a su antojo, mientras que los palomos dominados tendrán que contentarse con la sobras del dominador y, la mayor parte de veces, no tendrán derecho al apareamiento. Lo mismo sucede con las hembras. La más agresiva, dominada por los otros machos, domina a su vez a las palomas del grupo palomero. Esta hembra resiste más que las otras las acometidas sexuales de los machos por el hecho de su potencial agresivo.
En el embrión  de la futura hembra existen dos ovarios  uno a la derecha y otro a la izquierda; el ovario derecho es, en realidad, un testículo que no llega a desarrollarse. Pero si se practica la ablación del ovario izquierdo (es decir del ovario destinado a  funcionar como tal), se comprueba que en algunas especies, el sesudo ovario derecho se desarrolla y se convierte en un testículos con su canal deferente que desemboca en la cloaca.
EXCRECIÓN Y GLÁNDULAS ENDOCRINAS
EL APARATO EXCRETOR:
Comprende como en todos los vertebrados un par de riñones alargados de los que uréteres que conducen la orina a la cloaca (no existe vejiga). La orina está compuesta en gran parte por ácido úrico (87% en la gallina). Al ser esta sustancia insoluble en agua, puede existir re absorción del agua por los riñones y la orina excretada mezclada con los excrementos de la cloaca forma una sustancia blancuzca: el guano.
GLÁNDULAS ENDOCRINAS:
 Son las mismas que en todos los vertebrados superiores: epífisis, hipófisis, tiroides y para tiroides, suprarrenales, glándulas sexuales y páncreas.



LA MAQUINA VOLADORA
El motor de las aves está constituido por la musculatura de sus alas que, en las que son grandes voladoras representan el 20% del peso total (comprendida las plumas). El consumo se mide por la magnitud de las transformaciones químicas, fisiológicas y energéticas en el interior del organismo. En este aspecto, la medida del índice de glucosa (azúcar) en la sangre, constituye un dato revelador. Cuando un músculo trabaja, al contraerse por ejemplo, la materia orgánica que lo constituye sufre una degradación,  igual que la gasolina se consume en un motor de explosión.

A esto se añaden varias adaptaciones de tipo anatómico. La forma del cuerpo (aéreo dinamismo), la existencia debajo de la piel de sacos aéreos que aligeran el peso específico del animal de la posición de las patas que permiten agarrarse a las ramas y apoyos elevados, son otras tantas características que permiten un ser más pesado que el aire moverse y elevarse a  altitudes y velocidades a veces considerables.

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