EL
INSTINTO DE SOLIDIFICACIÓN
Todas
las aves ponen e incuban sus huevos en un nido, cuyos materiales, construcción
y forma son siempre los mismos para cada especie. Un ave no aprende a construir
un nido; posee de natural esta habilidad. Este comportamiento es muy complejo,
se transmite hereditaria mente y es controlado por las secreciones endocrinas.
Es el tipo exacto de un
comportamiento instintivo. La elección
del sitio y de la construcción es tarea del macho o de la hembra.
DIFERENTES TIPOS DE NIDOS
Nidos construidos del todo: Las
aves arquitectos utilizan, para construir sus nidos restos vegetales variados
(ramitas, hojas, algas marinas, etc..).
Erados con saliva: La
golondrina asiática (collocalia vestita.), mezcla de esta forma algas y saliva,
que se endurecen al secarse, para fabricar un nido comestible (sopa de nidos de
golondrina.). Las aves marinas suelen construir su nido en el suelo.
Madrigueras: Muchas aves, especialmente las marinas,
excavan madrigueras subterráneas, como en caso del Martin pescador, de algunos
patos, de los rabilargos, de las golondrinas de ribera, etc. Algún ave
antártica excavan verdaderos igloos en la nieve (pingüino emperador.)
Utilización de cavidades naturales: Otras
aves (avestruces, ñandús, petreles, etc.), se limitan a poner sus huevos en pequeñas grietas o
cavidades naturales. Algunas de ellas arreglan la cavidad con guijarros o con
restos vegetales (halcones, pequeños pingüinos.).
Las aves trepadoras: (Rapaces
nocturnas, como el gran duque, el mochuelo y el búho; los loros, los picos
etc.) disponen sus nidos en los troncos de los árboles e incluso abren galerías
en ellos (picamaderos). La cavidad es recubierta de musgo, de restos vegetales
diversos y, a menudo, el nido es tapiado (en los calaos, la hembra es tapiada
por el macho y no derriba la “puerta” del nido hasta después de hacer eclosión
los huevos.
DE LA PUESTA A LA ECLOSIÓN
LA PUESTA
Los
huevos son puestos en el nido. Las aves más prolíficas son las perdices, que
ponen una veintena de huevos. Básicamente solo se realiza una o dos puestas al
año, sin embargo, algunas palomas, ciertos colibríes y diversos paserinos
realizan tres puestas anuales.
INCUBACIÓN
El
huevo, en el momento de ser puesto, solo consta del embrión de la futura ave en
una fase muy elemental de desarrollo. Hemos visto antes que el disco
germinativo empieza a desarrollarse en el oviducto. Su número de células
aumenta sucesivamente a 2, 4, 8, 16, 36 y en el momento de la puesta tenemos ya
un disco germinativo constituido por varias células. El embrión va
desarrollarse a parir del disco; pero para que este desarrollo
se lleve a cabo en forma normal, es preciso que el huevo sea empollado o
incubado (es decir, conservado a una temperatura constante y lo suficientemente
elevada). Esta incubación que empieza a partir de la puesta del primer huevo o
una vez puestas todos, según las especies, es un comportamiento provocado en el
animal por la vista del huevo (estimulo visual), a la vez que por las hormonas
que provocan el impulso de incubar, que incita a determinadas aves a empollar
cualquier objeto que tenga la forma de huevo (guijarros, conchas, objetos
diversos).
LA ECLOSIÓN:
LOS POLLITOS TIENEN UN “DIENTE”:
Tomemos
como ejemplo un huevo de gallina en el día decimosexto de la incubación
aparecen la parte superior del pico una pequeña aspereza, muy dura, el
diamante. Un pequeño músculo que recubre
la nuca del embrión permite al polluelo golpear violentamente la cáscara con el
pico: Este es el músculo de la eclosión (el diamante y el músculo de eclosión
desaparecen pocos días después del nacimiento del polluelo). Los picotazos
rompen la cáscara y el polluelo se libera fácilmente. Según las especies esta
eclosión durante entre una hora y cuatro días.
El
polluelo de un huevo de gallina al nacer, tiene los ojos brillantes y el plumón
seco. Una hora después de su eclosión, se sostiene sobre las patas y puede alimentarse por sí mismo. Se dice de él
que es nidífugo (que puede abandonar el nido). Son nidífugos todos los ratidos,
los patos y los gallináceos, las gaviotas, los tinamús (crípticos) y, en general, las aves tienen
tendencia a andar y nadar. Los leipoas
son los más evolucionados de todos nidífugos: no tienen plumón, sino
plumas y ¡saben volar tan pronto como salen del nido!
LA CRÍA DE LA NIDADA
Por
nidífugos que sean los polluelos tienen también necesidad del calor y de la
protección. Con más razón aún deben
permanecer bajo las alas de los padres cuando son nidícolas. Los progenitores
los alimenta de diversas maneras: metiéndomelos los alimentos reducidos a papilla
dentro de la garganta, o bien “contaminándolos”, como las palomas, cuyos buches
secretan un caseum que los pichones toman directamente del buche del padre o de
la madre; estos protegen a los polluelos contra las variaciones de la
temperatura y enemigos eventuales y, también realizan la limpieza del nido
eliminando los excrementos y otras inmundicias.
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